XIII
Como si entendiera.
Me dejó hacer, y ahora considera que ya es suficiente y que
es hora de irse.
Está bien, está bien. Me tomo del pasamanos y,
mientras arranca, me quedo viendo cómo la estación se va haciendo más chiquita,
como una maqueta, como de mentira.
... //fig.
y fam.: manchita blanca que suele aparecer en las uñas.// Ideas afines:
falsificación, ficción, falacia, fábula, engañar, inexacto, mala fe, tramposo,
doblez, estafa, embaucador, sofisma, paralogismo.
Una manchita en las uñas, no está mal. Peor
sería quedarse bizco, o que te crezcan pelos en la palma de la mano. En
realidad, las primeras experiencias fuertes de la vida son puro grupo: los
Reyes Magos, Papá Noel, el Ratón Pérez, y así sucesivamente.
Ficciones.
Tengo sueño. Me duele el coxis.
Cuando empecé Jardín de Infantes me acerqué a una nena con la que mantuve la siguiente conversación:
Yo:- ¿Querés ser mi amiga?
Ella:- (mirándome
detenidamente) No sé. Voy a pensarlo.
Nunca más volví a encontrarme con una
respuesta tan sincera como esa.
Nunca más se me ocurrió volver a hacer
semejante pregunta.
XIV
La
casa es toda redonda
llena
de pájaros muertos
toda
pintada de azul
cuando
retumban los truenos.
Me despierto sobresaltada. Vi cómo morían los
pájaros en un baño. Uno se llamaba Guelderodhe. Yo lloraba y pedía que le
avisaran a alguien. Luego bailaba con un hombre joven y hermoso y
sabio. Tenía manos de pájaro, llenas de plumas desde la mitad hasta la punta de los dedos.
Decían que era mi padre.
Una habitación redonda, pintada de blanco, con ventanas azules.
A ver... Guelderodhe...
Guaymeño,
Gutierrez... Gu...
La puta que lo parió: página 515, página 521. Tres hojas perdidas.
La puta que lo parió: página 515, página 521. Tres hojas perdidas.
Por ahí Guelderodhe fue un prócer, o un médico
famoso, o un río, o una batalla.
O un pájaro.
Por ahí fue un pájaro muerto en combate.
Amén.
XV
Como si se lo hubiera tragado la tierra. Como
un tubito de pastillas lanzado por el caño de una cloaca. Como un tren de
mierda, avanzando por un túnel que no termina nunca con una pasajera.
Hasta hace poco no sabía lo que había
adelante ni atrás. Ahora tampoco sé qué hay a los costados. Bien. Podría
recurrir a algunos tópicos oportunos para esta ocasión tales como la vuelta al
vientre materno o la oscura noche del alma o los laberintos de la soledad. En
cambio se me da por morderme las uñas y arrojar los pedacitos blancuzcos contra
el asiento de adelante, que semejan el ruido de los insectos golpeando contra
el vidrio.
No traje linterna. Igual, para lo que hay que
ver, como diría mi abuelo.
Mejor así.
Atrapado entre las estrellas retorcidas las líneas trazadas el mapa imperfecto... él la invoca vistiendo un chaleco de cuero la tierra aúlla se estremece y hace un alto... Y Romeo quería a Juliette y Juliette quería a Romeo... Y Romeo tenía a Juliette Y Juliette tenía a Romeo...
canturreo, mientras imagino puentes sobre mi cabeza, y
fichas de teléfono, y una bombacha girando y girando sobre un disco de Lou
Reed.
(Continuará)
Va muy bien, Z, lo de la bombacha sobre el disco de Lou Reed...me parece que no va en el registro del resto que es perfecto y todo armoniza. Es mi humilde opinión. No la tomes muy en serio.
ResponderEliminarLuis
Lo que no me tomo muy en serio es este viaje alunado, Luis!
EliminarUn beso
Extraños pájaros en tus sueños...
ResponderEliminarSuerte que pueden andar por mis sueños (en la vida tengo un temita con las plumas...)
EliminarDisfruto un montón con cada nueva entrada de la nouvelle. Tu imaginación sí que sabe jugar, maravillosamente.
ResponderEliminarBesos, Betina.
Me alegra, Rob, de verdad.
EliminarGracias y besos para usted.
Parece que el hombre se hace sentir.
ResponderEliminarBesos
PD:Cuando era pibe, iba a una casa donde que habitaban pibes más grandes. Uno era DJ. Un día me dijo que llevara un casette. De un lado me grabó Freedom, de Neil Young, y del otro, New York de Lou Reed, ambos recién salidos. Fue la primera nocticia que tuve de la existencia de Lou Reed.
Ese estribillo fue lo primero que capté.
El hombre se hace sentir por hueñi y por huilón.
EliminarBesos
ps: yo tengo New York en casette, me encanta.
¡Hola, B!
ResponderEliminarHace mucho (o poco, depende cómo se lo mire) que no ando (ando es una fea palabra) por mis blogs amigos, tampoco por el mío. Y me encontré con este fantástico viaje en tren. Me gusta mucho. Es original, entretenido, inquietante y podría agregar varios adjetivos, pero olvidé mi diccionario de sinónimos y antónimos en un tren. Me gustan los sueños y los viajes, así que volveré pronto. Espero aparezca el guarda en algún momento para cortar el boletito de la niña.
Un beso.
Hola, mensajero!
EliminarSí, veo que andás (no es tan fea) fuera de la bloguitud, y se te extraña.
Menos mal que llegaste a tiempo para subirte al tren, aprovechá que el viaje es gratis (la niña sacó boleto al cohete, me temo).
¿Un diccionario de sinónimos y antónimos? Gracias por el dato, ya mismo me pongo a buscarlo (no prometo devolvértelo).
Un beso
Lo de Pavese en mi blog...Demasiado lío para aclararlo, Betina. Cuando leí lo que escribiste decidí eliminar el posteo. Las mismas reacciones produjo ese texto en FB y puedo entenderlo. Aún así te recomiendo con toda el alma la lectura de Pavese. Su novela "La luna y las fogatas", por ejemplo. O "El diablo en las colinas". O sus poemas en lo posible bien traducidos del italiano. Sé que te gustará Pavese. Lo del ingenio y la belleza requiere de una explicación demasiado densa para un blog. Saludos.Luis.
ResponderEliminarBueno, no quise ser irrespetuosa con don Pavese; respondí con una humorada a una idea que, supuse, sería más compleja en su desarrollo.
EliminarTomo nota de tus recomendaciones, hasta ahora solo había leído algunos poemas suyos.
Gracias, Luis, saludos.
Y lindísimo texto el de la blusa blanca que se vuela. Lindísimo de verdad. Hay en vos un erotismo que, por suerte, escapa a los lugares comunes del género. Es el que prefiero.
ResponderEliminarL.
Es que no es un erotismo buscado, ocurre de manera tan azarosa como el resto del relato. De hecho, no me atraen los textos "eróticos", se le ven demasiado los hilos. Hay excepciones, claro; en su momento leí los diarios de Anaïs Nin y me encantaron (como me encanta cualquier cosa bien escrita, sea del género que sea).
EliminarSaludos
Agrego: o los momentos eróticos entre Oliveira y La Maga (ya que Suspende está tan-felizmente- rayueliano últimamente).
Eliminar