Imagen: "Barco sonámbulo", Pavel Bergr

2 de octubre de 2015

Marcas




"...volví a casa con el libro, me tiré en un sillón y empecé a leerlo y seguí y seguí mientras la luz cambiaba y terminé casi a oscuras, al fin de la tarde, alumbrado por el reflejo pálido de la luz de la calle que entraba por los visillos de la ventana. No me había movido, no había querido levantarme para encender la lámpara porque temía quebrar el sortilegio de esa prosa. Primera conclusión: para leer, hay que aprender a estar quieto."
                        Ricardo Piglia (en  Los libros de mi vida. Páginas de una autobiografía futura)


El protagonista de este librito (digo así, librito, porque es uno de esos ejemplares de 8 x 5 cm que expende la Máquina de libros de la Biblioteca Nacional) se propone reconstruir la serie de libros ("los libros de mi vida") de los cuales recuerda con nitidez la situación y el momento en que los estaba leyendo: "Si recuerdo las circunstancias en que estaba con un libro eso es para mí la prueba de que fue decisivo. No necesariamente son los mejores, ni los que me han influido, pero son los que han dejado una marca."

Hice la prueba, y fue más difícil de lo que creía. No fui capaz de armar una serie, pero pude recordar un libro: este.




1 de octubre de 2015

Algunas formas del misterio (2)

"Falling Leaves" (1912) por Alice Guy 


Qué sería de nosotros sin los cuentos, sin el cine y sin las niñas que cosen hojas para burlar a la muerte.