Imagen: "Barco sonámbulo", Pavel Bergr

24 de febrero de 2013

La luna de Valencia (29, 30 y 31)


                                                         Imagen: Ana Lorencin

XXIX



-Piiiiiiiiiiii.
-Buen día, Guelderodhe. ¿Dormiste bien?
-Pi.
-A mí me duele un poco la espalda. ¿Querés que vamos un rato por ahí?
Me desperezo, él se sacude las alas. Bajamos. Ta linda la mañana. O será que Guelderodhe parece tan contento que me contagia. Encuentra un charquito, se baña, toma agua. Me mojo la cara, la nuca, tomo agua. Lo sigo. Él se posa sobre las cosas unos segundos y las abandona. Yo lo imito, torpemente. Apoyo la palma de la mano en el respaldo de un banco y la saco, como si quemara. Me arrodillo un instante y salto. Acerco la cara a las rejas de la boletería y giro. Él vuela. Yo corro. Él se para en el techo del tren. Yo lo miro. Él no se mueve.
-¿Qué hacés ahí?
-Piii
-¿No me vas a traicionar?
-.....
-Entonces esperá.

Subo de un salto. Contengo la respiración y me deslizo por los vagones sin hacer ruido, como un ladrón. Llego hasta mi asiento, lo agarro. El tren no se mueve. Corro hasta la puerta, apretando el diccionario contra mi pecho, y salto.
Guelderodhe me mira desde el andén. Le sonrío emocionada. Si yo fuera una gorriona le propondría matrimonio.
Abro el diccionario, lo hojeo. Un papelito mal cortado cae al piso. Lo levanto, leo:
“¿Abandonaste? Te busqué por todo el tren. No traje linterna. Me llevo el pucho que encontré debajo de tu asiento, da para dos pitadas. Y tiene un cachito de tu rouge. ¿Conservás el babero?”




XXX




Abandonar: tr. dejar, desamparar a una persona o cosa.//prnl. Fig. descuidar uno sus obligaciones e intereses, o su aseo.
Abandonismo: tendencia a renunciar sin lucha a algo que se posee.
Abandonado/a: descuidado, sucio.

Sí, conservo el babero.
Sí, estoy sucia y descuidada.
No recuerdo cuáles eran mis obligaciones, intereses o posesiones, así que tampoco hay lucha.

Un hombre y una mujer, en una estación vacía.
Ella descansa, suspendida sobre el cuerpo del hombre.
Él se mueve debajo de ella.
Ella está dormida.
Él escribe un mensaje.
Ella despierta.
Él ya no está.


XXXI




Recorro el andén de punta a punta. Espero que me suceda algo maravilloso
… / sa: extraordinario, admirable. // que no se explica mediante leyes naturales.
Quizás,  hasta justificaría la mugre, el babero, tu falta de imaginación. Digo, estabas tan cerca, ¿no se te ocurrió que...? No, está bien. A mí tampoco se me ocurrió que “la marcha de los insectos por túneles subterráneos” era nada más que un hombre buscando a una mujer en un tren vacío y oliendo un cachito de rouge.
Guelderodhe debe tener las respuestas a todas las preguntas.
Pero solo le gusta volar.

Gudbay, gorrión.
Buen viaje.


(Continuará)



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