Imagen: "Barco sonámbulo", Pavel Bergr

4 de abril de 2014

Tres deseos





Al cumplir 1 año inauguramos un rito que habrá de repetirse a lo largo de nuestra vida: celebrar el día en que llegamos al mundo. El ritual del cumpleaños suele incluir reunión con amigos y/o familia, regalos y torta con velitas. No sabemos (al menos yo no lo sé) de dónde viene esta costumbre. No sabemos a quién se le ocurrió la idea de incrustar velas encendidas en un pastel dulce, ni qué hada o ángel dispuso que debíamos pedir tres deseos antes de soplarlas, para asegurarnos de que se cumplan. No lo sabemos y, sin embargo, la mayoría de nosotros lleva a cabo este ritual en cada aniversario de su llegada a la Tierra.
El momento culminante del festejo es el de los deseos: el canto y las palmas se interrumpen; las voces y las risas se suspenden por unos segundos, y un silencio cuasi religioso acompaña al celebrante cuando cierra los ojos y formula sus deseos. 
Los deseantes, claro, no son todos iguales. Hay deseantes temerosos que piden que nada cambie, y otros temerarios que piden la ocasión de patear el tablero y quemar las naves. Hay deseantes que no saben nada acerca del deseo y se limitan a repetir maquinalmente la misma fórmula año tras año. Y deseantes tan arrasados por el deseo que temen que este salga a la luz y se dibuje en el aire con letras de fuego. 
Yo no sé cuándo ni quién le otorgó este don a los mortales. Pero ya que lo tomamos, ya que reproducimos puntualmente las formas del rito, creo que deberíamos elegir bien. Porque se trata de nuestros deseos. De lo que queremos para un nuevo año de nuestra vida que empieza así, en la penumbra, con el resplandor de las llamas y el silencio de quienes nos acompañan en un momento que, si quisiéramos, podría ser sagrado.
Por eso esta vez no quiero ser una deseante desprolija ni indolente. Voy a pensar bien antes de soplar, voy a sentir bien antes de declarar qué quiero para mí, a partir de ahora. 

Si alguna vez nos despertarnos en plena noche, o nos empapa algún aguacero repentino, o lloramos sin saber por qué, deberíamos advertir que son meras estrategias, las formas que el ángel o el hada encuentran de recordarnos qué deseamos para nuestra vida, eso que a veces- pasadas las horas, los días, los meses- tendemos peligrosamente a olvidar.





17 comentarios:

  1. Ay, querida amiga... me hiciste emocionar.
    Feliz cumpleaños y que hoy te conectes con tus deseos y que los puedas pedir tan fuerte que se te cumplan, uno por uno.
    Yo deseo seguir celebrando la felicidad que me provoca el encuentro con vos cada vez que descubro una de tus publicaciones.
    Un abrazo cálido.

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    1. Eleonora, gracias por tus palabras, por tu presencia en la Luna, por tu Razón del gusto, por nuestras correspondencias visuales... También celebro nuestros encuentros, que no serán cara a cara pero, seguro, son alma a alma.

      Un abrazo enorme

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  2. Una manera preciosa de expresarlo Betina. Feliz año!!
    Y es cierto, a menudo olvidamos lo que realmente deseamos y nos perdemos u olvidamos de hacía donde debemos mirar y caminar.
    Un abrazo

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    1. Gracias, Carmela!
      Para tratar de no perder el rumbo es necesario saber- y repetirse, toda vez que haga falta- hacia dónde queremos ir.
      Otro abrazo

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  3. Ay... hubiese deseado llegar a tiempo y espiar su gesto para tratar de adivinar qué pedía.
    Por mi parte, además de felicidad, deseo que las hadas sigan acompañándola y enredándose bellamente entre sus letras.
    Beso enorme de cumpleaños!

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    1. Pero míremela, qué curiosa! :-) Nada del otro mundo, condesa (solo algunas cosas sencillas de este).
      Gracias por sus buenos deseos...como las musas, las hadas son imprevisibles, pero espero seguir viéndolas cada tanto por la Luna...

      Beso grande para usted!

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  4. Es como escribir una petición para el Padre Mario, aclara qué deseamos. Por las dudas siempre escribo al final: "que esto o algo mejor se manifieste".

    Sé de alguien que cortó una relación porque, entre otras cosas, la aburría. Conoció a su nueva pareja, más "divertida" si se quiere, y casi no le puede seguir el tren.
    ¿Es feliz? Sí, pero también siente celos que antes no. "Tened cuidado con lo que pedís...", tan cierto.

    Feliz cumpleaños, Betina! Sus deseos tienen, seguro, la misma belleza de sus posteos.

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    1. Por eso, hay que pensar bien qué se desea. Parece fácil, pero no siempre es así. Y también hay que contar con que, cuando algunos deseos se cumplen-como en el caso de su amiga- "pueden fallar"(diría Tu Sam).

      Gracias por su saludo cumpleañero y sus elogios, doña.
      Le mando un abrazo.

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  5. Vivimos deseando. Los ritos sirven para recordarnos eso. El deseo. Pero la voluntad es tan necesaria para que los deseos materialicen... Un abrazo.

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    1. Es cierto, la voluntad es imprescindible. El asunto es darse cuenta si uno la está poniendo o no en el lugar equivocado.

      Abrazo, Darío

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  6. Ante todo, felicidades a Ud. Y ante la disyuntiva de pedir uno o tres deseos, también sería ése, único o por triplicado (como las recetas de algunos fármacos muy potentes): Felicidad. Así, en abstracto, sin especificar mayores detalles. El ángel o el hada sabrán interpretar, darle forma y proveer, que para eso los han puesto en este mundo (y en el otro).

    Un abrazo, Betina.

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    1. Muchas gracias, Rob. Pero mire qué excelentísima condensación la suya!(la hubiera leído antes y me hubiese evitado el conflicto de tener que seleccionar- tan solo!- tres deseos... :)

      Un abrazo grande para usted.

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  7. 19:39 05/04/2014--míreme la fecha...Seré breve.

    Betina: me ha hecho llorar como una madalena, ¿así? qué usté de cumpleaños...? ¿Y sólo uno...? ¿no se estará quitando años...? Mire que la gente va a murmurar...¿tiene un año y escribe tambien como el niño de Lubeck...?

    Yo estaba AGOG (emocionadísimo)....

    Pero, dopo pensé que era su dulce blog el que envejecia con elegancia..
    Tonce, le compuse una estrofa, que me copió Cadícamo:

    Muñeca, muñequita que hablás con zeta
    y que con gracia posta batís mishé;
    que con tus aspavientos de pandereta
    sos la milonguerita de más chiqué;
    trajeada de bacana, bailás con corte
    y por raro snobismo tomás prissé,
    y que en auto camba, de sur a norte,
    paseás como una dama de gran cachet.

    Mientras, passed away un actor de su ecpoca y su altura....
    "Murió Mickey Rooney, una leyenda del Hollywood clásico"

    La villa BETINA-Hartenau se disuelve en el proyecto de reestructuración de las instituciones de bienestar juvenil residenciales de la ciudad de BAIRES, en favor de los niños crápulas. (¿no suena bien?)

    ¡Victoria Ocampo cumplió 124 años, mire ud...!!!

    Saludo con amor sincero a este blog que revélanos a quien lo escribe y nos reconcilia con este mundo maledetto e cattivo.

    Besos.

    CARLOS, SU AMIGO...¿OYO?

    PS: sus 3 deseos son los mios:
    salud y felicidad para mi familia, una chica bonita, con buen caracter, buena familia y con plata (no soy exigente), un Cadillac Calais 1965, un campito de 20.000 has, poderme establecer en Stanford y dirigir cine con los hermanos Farrelly,, que baje un angelito y nos diga que todo es una broma....¿verdad que ud. pidió eso...? (mutantis mutandis)--14:19-martes 8 de abril del 2014

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    1. Querido coco:
      Le miro las fechas y no salgo del pasmo: ¿acaso dedicole ud. tres días con sus noches a la escritura de este comment canyengue y patafísico?... Agogada de emoción redundante quedo yo, entonces.
      Mi corazón de museta y de mimí le agradece la magnífica estrofa compuesta en mi honor. De paso, le agradezco todo el saber que me aportan los constantes googleos destinados a desentrañar sus referencias eruditas... Hoy, por ejemplo, aprendí sobre el niño de Lübek, admiré la magnificencia de la Villa Hartenau e incorporé nuevos términos lunfardos...
      También vusté me informa! (aunque la tele y los doodles le habían ganado de mano con el pobre de Mickey y la aristocrática Victoria).

      Gracias por su afectuoso saludo y ojalá se le cumplan sus deseos, que no son los míos (aunque el campito no me vendría mal).

      Le mando un abrazo.

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  8. Los deseos son mentalizaciones. Pensamos en lo que queremos y generamos la imagen mental del deseo. Por ejemplo, si uno de los deseos es "este año quiero hacer tal viaje" (por decir algo simple), pensamos en el viaje, lo vemos como si fuera una película que pasa frente a nuestros ojos (cerrados), ponemos energía en esa imagen, creamos el arquetipo. Al mentalizar el deseo con todos nuestros amigos alrededor, apoyándonos, ponemos en el deseo no sólo nuestra energía, sino el calor también de los amigos. Ellos están ahí alentando lo que deseamos. Creo que eso, el grupo, da más chances de que ese arquetipo eche raíces en nosotros y que, posteriormente, actuemos para que se concrete en el plano material (ya que con sólo pensar no hacemos más que dar el primer paso).
    Espero que tus deseos se concreten en este nuevo año Betivia :-)
    Un beso y gracias (¡gracias!) por ayudar a que parte de los míos también se concreten.

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    1. Alguna vez, en algún taller, hacíamos este tipo de visualizaciones. Es fuerte hacerlo. No es lo mismo tener una idea o un pensamiento dando vueltas en la cabeza que transformarlo en una imagen. Es probable que sea una manera de empezar a darle entidad, a propiciar la realización de eso que deseamos.
      A diferencia de estas visualizaciones- que se hacen con tiempo, en un ambiente especial, controlando la respiración, etc.- los 3 deseos del cumple hay que pedirlos rapidito, antes de soplar. La verdad es que no me da para visualizarlos, jaja (quizás en el futuro, con más entrenamiento...). Pero me sirvió para reflexionar sobre este asunto. No siempre nos preguntamos qué queremos (no siempre sabemos qué contestar) , y me pareció que la ceremonia del cumple (que nos "obliga" a formular deseos) era una buena excusa para hacer este ejercicio.

      Gracias por tus buenos deseos, Anahí... y de nada. Como ya te dije, ser un "puente" me dio mucho placer.

      Beso grande

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