Foto: Mikko Lagerstedt
Esta mañana hay nieve por todos lados.
Hablamos sobre la tormenta.
Me comentas que no dormiste bien.
Te digo que yo tampoco.
Tuviste una noche terrible. "Yo también."
Estamos tranquilos el uno con el otro,
nos asistimos tiernamente
como si comprendiéramos nuestros estados de ánimo,
las mutuas inseguridades.
Creemos adivinar los sentimientos del otro,
no podemos, por supuesto, nunca podremos.
No tiene importancia.
En realidad es la ternura la que me interesa.
Ese es el don que me conmueve, que me sostiene,
esta mañana, igual que todas las mañanas.
Raymond Carver
Maravilloso, o cómo sostener la estructura... Un abrazo.
ResponderEliminarMaravillosa estructura.
EliminarAbrazo, Darío.
Estar, como sea, pero estar. Y acompañar siempre.
ResponderEliminarUn beso.
Uno no es el otro. Conocer lo que el otro siente no es posible, como dice Carver. Entonces, estar con el otro acompañando ese misterio (y dejándose acompañar).
EliminarBesos, Carmela.
"All you need is love..."
ResponderEliminarYeah!
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