Imagen: "Barco sonámbulo", Pavel Bergr

19 de octubre de 2014

La equilibrista III


Pintura: Duy Huynh



Ella no tiene que ocuparse de controlar el movimiento del mundo, ni de garantizar la paz.
Tampoco tiene que dibujar corazones -ni cuerpos que los habiten-, no debe administrar el tiempo, tocar una canción, custodiar la luna o juntar estrellas.

Ella no sabe cuál es su misión.

A veces piensa que quizás no tenga ninguna.

Pero por las dudas, cada día y cada noche, con frío o con calor, con lluvia o con sol, ella mueve sus pies en el aro y, girando girando, recorre el mundo.  



4 comentarios:

  1. Delicado movimiento de pies, imagino...

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  2. Pues, entonces... no esperaré de ella más que un momento mágico de contemplación. Verla, simplemente, reconforta el alma...

    Saludos, Bet!!

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    Respuestas
    1. Por algo tendrá su aro, y el don de viajar con él. A mí también me gusta saber que está, y ver sus piecitos, y su cintura ínfima y sus brazos delgados.

      Saludos, Sinhue! (una alegría su visita, siempre)

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