Creo que, después de ir desilusionándome de Buenos Aires, de su ego y su vértigo, quedan estos rincones preciosos que, no lo niego, me provocan una nostalgia terrible al recordarlos. Un abrazo.
Sí, ya sabés cuánto me gustan estos viejos bares. Y vos, no solo los recordás (tengo presentes tus visitas bastante recientes a El Federal...¿o me equivoco?)
El problema es el ruido, no puedo ir a ninguno de los bares, ni los notables ni los modernos, porque siempre hay una televisión a los gritos, o una radio y eso no sólo me corta la inspiración y no me deja leer, sino que si quiero ver la tele o escuchar la radio me quedo en mi casa...
Hola José. Tampoco me gustan los bares muy ruidosos, y menos con tele o con radio a todo lo que da. Pero no todos son así. La mayoría de los bares notables que frecuento no tienen tele y son muy tranquilos. También depende de cuándo vayas, siempre hay días y horarios más silenciosos que otros. Yo en general disfruto mucho de estos rincones.
La barra de "El Estaño" luce muy acojedora... La calidez de la madera y el damero clásico en el piso es una buena conjunción, sobre todo a esa hora del día... Fijate que hasta el sol decidió entrar y se instaló plácidamente!
Espero que estés bien. Deseo que estés bien. Betina... Estate bien!
Ah, sí, El Estaño es todo acogedor... El sol de una tarde de domingo, más una sfogiatella tibia acompañada de un cortado espumoso, es una conjunción deliciosa, le garanto.
Muy bien, gracias, ¿ y usted?
Un abrazo, Sinuhe (y a ver para cuándo el regreso a la arena, eh)
Yo también conozco y soy asidua concurrente de El gato negro y de La giralda (la primera vez que fui allí con mi hijos ya grandes me dijeron " a vos te gusta este bar porque es igual al que tenía el abuelo Juan". El sábado que viene tengo que ir a Barracas, así que voy a darme una vuelta por alguno de los bares de San Telmo o de El estaño de La Boca y después te cuento mis impresiones. ¡Divino este popurrí de bares notables! Besos.
Uy, recuerdo un relato tuyo muy emotivo acerca de ese bar "del abuelo Juan"... A La Giralda ya no voy tanto, pero es un pedazo de mi historia, de mi adolescencia... Y al Gato Negro a veces entro solo para comprar mis tés (qué aromas deliciosos hay allí...) Me alegra que te haya gustado el popurrí. Y, dale, cuando vayas contame!
Creo que, después de ir desilusionándome de Buenos Aires, de su ego y su vértigo, quedan estos rincones preciosos que, no lo niego, me provocan una nostalgia terrible al recordarlos. Un abrazo.
ResponderEliminarSí, ya sabés cuánto me gustan estos viejos bares.
EliminarY vos, no solo los recordás (tengo presentes tus visitas bastante recientes a El Federal...¿o me equivoco?)
Abrazo
El problema es el ruido, no puedo ir a ninguno de los bares, ni los notables ni los modernos, porque siempre hay una televisión a los gritos, o una radio y eso no sólo me corta la inspiración y no me deja leer, sino que si quiero ver la tele o escuchar la radio me quedo en mi casa...
ResponderEliminarBuenas fotografías, eso sí.
Saludos
J.
Hola José.
EliminarTampoco me gustan los bares muy ruidosos, y menos con tele o con radio a todo lo que da. Pero no todos son así. La mayoría de los bares notables que frecuento no tienen tele y son muy tranquilos. También depende de cuándo vayas, siempre hay días y horarios más silenciosos que otros. Yo en general disfruto mucho de estos rincones.
Saludos
La barra de "El Estaño" luce muy acojedora... La calidez de la madera y el damero clásico en el piso es una buena conjunción, sobre todo a esa hora del día... Fijate que hasta el sol decidió entrar y se instaló plácidamente!
ResponderEliminarEspero que estés bien. Deseo que estés bien. Betina... Estate bien!
Un abrazo...
Ah, sí, El Estaño es todo acogedor... El sol de una tarde de domingo, más una sfogiatella tibia acompañada de un cortado espumoso, es una conjunción deliciosa, le garanto.
EliminarMuy bien, gracias, ¿ y usted?
Un abrazo, Sinuhe (y a ver para cuándo el regreso a la arena, eh)
He visitado dos de ellos, El Gato Negro y La Giralda. Ahora me tentaste con los otros, qué acogedores lugares muestran tus fotos.
ResponderEliminarAbrazo.
Son muy cálidos y lindos, Rob, cuando puedas date una vuelta, los vas a disfrutar.
EliminarUn abrazo
Yo también conozco y soy asidua concurrente de El gato negro y de La giralda (la primera vez que fui allí con mi hijos ya grandes me dijeron " a vos te gusta este bar porque es igual al que tenía el abuelo Juan".
ResponderEliminarEl sábado que viene tengo que ir a Barracas, así que voy a darme una vuelta por alguno de los bares de San Telmo o de El estaño de La Boca y después te cuento mis impresiones.
¡Divino este popurrí de bares notables!
Besos.
Uy, recuerdo un relato tuyo muy emotivo acerca de ese bar "del abuelo Juan"... A La Giralda ya no voy tanto, pero es un pedazo de mi historia, de mi adolescencia... Y al Gato Negro a veces entro solo para comprar mis tés (qué aromas deliciosos hay allí...)
EliminarMe alegra que te haya gustado el popurrí.
Y, dale, cuando vayas contame!
Beso grande