Imagen: Frank Juery
Cientos, miles
millones
de palabras
habitando
alguna zona oscura
del cerebro
del cerebro
y sin embargo
al momento de abrir la boca
de empuñar el lápiz
de apretar unas teclas
solo tres, o cuatro, o cien
pasan por el tamiz,
pasan por el tamiz,
y a veces bastan
para decir
almendra
sábana
río
o cielo
A veces las forzamos
como si exprimiéramos un tubo de témpera exhausto
o las agitamos
para que emerjan a la fuerza
o las frotamos
para que brillen como pepitas de oro
para que brillen como pepitas de oro
Pero
siempre nos quedará la tristeza
de saber que no eran esas
que las verdaderas
las necesarias
las esenciales
se las ingeniarán
para aferrarse al fondo del tubo
y renegar con uñas y dientes
de
cualquier superficie que
pueda degradarlas
a un torpe dibujo
un sonido inestable
o una pobre traducción
de su secreto esplendor.
Amor, odio, dinero y muerte son palabras esenciales para iniciar cualquier historia, pero son tan definitivas que necesitan un coro de otras palabras que las acompañe y es ahí donde debemos 'exprimir el pomo'.
ResponderEliminarSábana o cielo también pueden decirnos del amor y de la muerte.
Un beso
Una historia sí, pero "dinero" y "poesía" no son tan compatibles (aunque ahí está Quevedo con su "podroso caballero es don Dinero").
EliminarEn fin, condesa,será una limitación mía, pero las palabras nunca me bastan ni me terminan de expresar. Y por otro lado... bien que me valgo de ellas para hablar de esa imposibilidad.
Esquivas, pero generosas, ¿no?
Un beso
Me gusta lo que escribiste y la forma que le diste al texto. A mi me pasa que pienso, pero no puedo plasmarlo de la misma forma que lo haces vos.
ResponderEliminarMe gustò.
Un beso.
Y yo siento que lo que "plasmo" nunca expresa cabalmente lo que pienso y siento, solo una puntita del iceberg, y a veces ni siquiera.
EliminarIgual, qué bueno que te gustó.
Un beso
Son un instrumento. Nunca serán toda la música, apenas una parte. Algunos producen con ellas magistrales sinfonías. Otros, sólo ruido de matraca.
ResponderEliminarSaludos, Betina.
Ay, ay... espero al menos lograr producir un valsecito criollo, una coplita, un bluesecito... (espero no sonar como arpa vieja!)
EliminarSaludos, Rob
Cuanta verdad, como cuesta hacer salir de sus escondrijos a las palabras idóneas. Tenemos que hacer lo que podamos con las que acuden...
ResponderEliminarUn beso.
Así es, Jon. Y no resignarnos: capaz que, en un descuido, alguna de ellas se deja atrapar.
EliminarUn beso
Muy bueno el contenido y la forma del texto.
ResponderEliminarLas palabras son tan necesarias, pero tan poco precisas para expresar emociones.
Como escritor, las adoro, pero sé que nunca llegan a abarcar la realidad de mis pensamientos.
Un abrazo.
HD
Gracias, Humberto.
EliminarYo también las quiero, incluso cuando se me rebelan (y más aún, cuando se me revelan).
Un beso y bienvenido a la Luna.
Tan cierto. Lo esencial casi no tiene palabras (o no tiene, simplemente). Mientras tanto, nos expresamos como podemos, no siempre tan bien como usted lo hace, pero bueno…
ResponderEliminarGran poema.
Un beso.
Además de ser invisible a los ojos, lo esencial es inasible, inaudible e inefable. Y sin embargo ahí estamos, meta forzar el tubo aunque sepamos que es en vano...
EliminarAunque quizás no es tan en vano si te gustó este juego de palabras (llamar "poemas" a mis juegos con el lenguaje siempre me parece mucho, pero gracias igual).
Un beso
He pensado en esos pensamietos que has plasmado y he llegado a una primera conclusión: Todas tienen tantas ganas de salir de ese rincón para expresar las emociones que se atropellan y no se dejan escapar unas a otras.
ResponderEliminarSaludos
Buena idea, la voy a tener en cuenta! El asunto es cómo logramos ponerlas en fila para que salgan de a una en fondo, cosa de poder elegirlas sin tanto esfuerzo :)
EliminarSaludos, Víctor, bienvenido a la Luna.