Pintura: Duy Huynh
Hubo un tiempo feroz en que algunos decían “¡Blanco, Blanco, Blanco!”, y otros decían “¡Negro, Negro, Negro!”. A continuación se lastimaban entre sí hasta que uno de los dos ganaba y el otro desaparecía. Luego, todo volvía a empezar.
Pero un buen día apareció ella. La equilibrista se paseó delante
de todo el pueblo, de pie sobre un animal nunca visto. Realizó varias piruetas con su
aro, saltó sobre el lomo del animal, hizo la vertical sosteniéndose solo con el
dedo índice de su mano izquierda.
La gente la miraba, miraba aquel animal incomprensible, y no sabía qué hacer.
Hasta que uno empezó a aplaudir. Y después otro.
Cuando todos aplaudieron, la equilibrista agradeció con una gran reverencia, y se marchó.
La gente la miraba, miraba aquel animal incomprensible, y no sabía qué hacer.
Hasta que uno empezó a aplaudir. Y después otro.
Cuando todos aplaudieron, la equilibrista agradeció con una gran reverencia, y se marchó.
Una ráfaga de luz...
ResponderEliminarHabrá que ver cuánto dura el resplandor... (ella hizo lo que pudo :)
EliminarDecía que...: Tan necesaria "tu" equilibrista!! En tiempos feroces de antaño, y en el presente... Equilibrando el ánimo de humanos tan humanos; equilibrando al mundo tan propenso a cataclismos... Aquí se la ve más "señorita", quizá porque la recordamos cuando, recién nacida, hizo equilibrio por primera vez sobre sus pies.
ResponderEliminarNo sé si conocés a esta otra equilibrista, amiga de un vagabundo...
https://www.youtube.com/watch?v=vPbXlsf5zzc
No la conocía, qué preciosa!... muchas gracias por presentármela...
EliminarMe recordó a otra equilibrista, la hermosa Marion: http://vimeo.com/13207279 (ver a partir de 24. 40...hasta donde gustes).
Muy lindo texto, Betina. Siempre fui favorable al equilibrio en varios sentidos. Más al de las equilibristas dado que me enamoro de todas ellas para siempre. Apenas una leve objeción. Que el equilibrio no sea entendido como el punto medio, la neutralidad, la indiferencia. Un abrazo con el afecto siempre. Luis.
ResponderEliminarGracias Luis.
EliminarNo, no es neutralidad, no es "ni". Si la equilibrista hubiera aparecido montada en un animal de color gris, tal vez. Pero apareció en uno que incluye el blanco y el negro. Es más bien...¿ying y yang... oriente y occidente...día y noche... hombre y mujer... ?
Elogio de los complementarios, creo.
Un abrazo.
Se marcó porque allí no había nada por lo que valiera la pena quedarse.
ResponderEliminarDijo adiós, en silencio y no volvieron a verla.
Saludos
J.
Yo creo que se marchó porque ya había cumplido su misión. Y hay muchos otros lugares a los que le vendría bien presenciar su pequeño show, ¿no?
EliminarSaludos, J.