Pintura: Duy Hyunh
Fue capaz de transformar una piedra en un tigre, un tigre en una nube, una nube en un guijarro y un guijarro en un colibrí.
Logró
detener el tiempo, atrasarlo, adelantarlo, apagar el sol y volver a encenderlo.
Surcó el aire volando; nadó en el fondo del océano con peces fosforescentes; reptó con topos y castores por túneles subterráneos; se sumergió en lagos
helados y en los cráteres hirvientes de los volcanes.
Pero todo su
poder no le sirvió- no le sirve- para hacer que ella no esté triste.
La tristeza
se prendió de su pequeño corazón como una garrapata, y no la suelta ni de día ni de noche.
Él consultó los viejos libros, probó las fórmulas de los antiguos alquimistas y preparó las pócimas de las hechiceras, sin resultado.
Ella permanece plegada sobre sí misma, con las alas encogidas.
Él cambiaría
todo su poder por volver a escuchar su risa.
Entretanto, la carga sobre sus espaldas y sigue su camino, buscando.
Entretanto, la carga sobre sus espaldas y sigue su camino, buscando.
Ella acomoda
su pequeño cuerpo en esa espalda ancha y tibia. No necesita más.
ya está gestando su mejor truco...
ResponderEliminartambién lo creo...
EliminarComo me gustaría a mí ser maga y juntar el arte maravilloso de las imágenes de este artista vietnamita con las palabras transparentes y delicadas de esta amiga argentina. Ahora soy yo la que me imagino un bello libro de tapa dura en el que juegen para mi contento tus palabras con sus pinturas.Sólo por las ganas de tenerlo siempre a mano para buscar a mi personaje favorito.
ResponderEliminarAunque, debo decir que este cuento es el que más me gustó. ¡Bellísimo, Betina!
Besos. Hasta la próxima.
Uy, qué lindo lo que decís, muchas gracias, Eleonora!
EliminarSon tan bellas las pinturas de Duy Huynh... Me bastó contemplarlas para "ver", en cada una, la historia que escribí.
Ojalá, quién te dice... :o)
Un abrazo grande
¿Cómo no darlo todo por revertir su tristeza? Por volver a escuchar su risa...
ResponderEliminarA ella le basta contar con él, que la sostiene amorosamente.
EliminarY es seguro que, mientras siguen su camino juntos, la magia ocurra.