La poesía se desnuda y queda
un piolincito
un guiño
unas escamas fosforescentes.
El resto
es aire que canta.
Cuando sueño nunca sé bien dónde estoy ni por qué, pero estoy tan contenta de estar ahí
Cuando sueño nunca sé bien dónde estoy ni por qué, pero estoy tan contenta de estar ahí
Lindo....Abrazo.
ResponderEliminarPero ese piolicito nos sostiene de este lado, B. Un abrazote.
ResponderEliminar¿Los extraterrestres en Parque Centenario? ¿Acaso serán ellos los que mueven los piolincitos?
ResponderEliminarUn beso.
Aire que canta, qué bella imagen!
ResponderEliminarUn abrazo, Betina.
"El resto es aire que canta"... bella invitación a ignorar tanto ruido y prestar oídos a ese canto.
ResponderEliminarSaludos, Betina.
Sucede también que la poesía, al igual que una mujer, nunca se desnuda por completo. Y ahí está el encanto. Hermoso texto, Betina.
ResponderEliminarL.