Imagen: "Barco sonámbulo", Pavel Bergr

8 de enero de 2016

Sin rastro




Hace días que camino pensando
en que vendrá

pero no llega aún
no llega.

Mis pies avanzan
sin peso
ínfimos y livianos
como huellas de gaviota.

De tanto en tanto miro hacia atrás
por si él no me viera

y entonces

por si él se fuera.

Pero atrás solo hay el mar
el cielo
la arena con huellas de gaviotas
y mis pasos
que ya han desaparecido.



4 comentarios:

  1. Los hechos del pasado han caído. Incluso los ocurridos hace pocos segundos. Ni huellas ni pasos ni besos ni sueños. Pero sigue el mar en su lugar. El mar que siempre recomienza.
    L.

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    1. "El pasado no ha muerto. Ni siquiera es pasado", dice Faulkner. Somos nuestro pasado y somos, sin saberlo, nuestro futuro. El mar, por suerte, está libre de estas determinaciones.
      Gracias por pasar, Luis.

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  2. El poema me "ha tocado" especialmente, me ha calado hondo y cualquier cosa que diga me da la impresión que está de más, que lo alteraría.
    "Pero atrás solo hay el mar
    el cielo
    la arena con huellas de gaviotas
    y mis pasos
    que ya han desaparecido."

    Un abrazo desde este lado del Atlántico, desde sus playas con sus huellas de gaviotas....

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    1. A veces, no dejar rastros puede ser tentador...
      Otro abrazo para ti, Carmela.

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