Al final de la calle
emerge
como una nave espacial
regia, suntuosa, inflamada
regia, suntuosa, inflamada
inalcanzable y feliz
la nave de los cuentos
la nave de los cuentos
con luces de camarín teatral
y personajes en viaje
a ninguna parte
y personajes en viaje
a ninguna parte
tanto esplendor
tanta promesa
un mundo iluminado
redondo
perfecto
ahí nomás
al final de la calle
al final de la calle
en medio
de la noche
justo antes
de despertar.
La necesaria luz... UN abrazo.
ResponderEliminarUn universo redondo de sueños.
ResponderEliminarUn beso, Betina.