Imagen: "Barco sonámbulo", Pavel Bergr

21 de enero de 2015

Un libro tan hermoso





Después de los cuentos de Kafka que comenté aquí,  llegó esta novela de Sándor Márai. Trata del reencuentro de dos amigos luego de 41 años sin verse, y del secreto que los alejó y  ahora los vuelve a reunir.
Leerla fue como viajar en tren hacia un destino tan terrible como extraordinario. Por un lado estaba la urgencia de llegar, de conocer "la verdad". Por otro, el deseo de quedarse contemplando indefinidamente la belleza del camino... 
Hacía mucho que no marcaba tanto un libro: las páginas quedaron llenas de subrayados, corchetes, signos de admiración, notas... 

Van algunas citas. 

Memoria
La memoria lo pasa todo por su tamiz mágico. Resulta que después de diez o veinte años te das cuenta de que algunos acontecimientos, por más importantes que hayan parecido, no te han cambiado absolutamente en nada. 


Comer
Están comiendo una carne poco hecha con aplicación y apetito, absortos en la masticación y la engullición, con la actitud de las personas mayores para quienes comer ya no supone solamente alimentarse, sino que representa una acción solemne y ancestral. Mastican y comen con mucha atención, como para acumular fuerzas. Comen haciendo un poco de ruido, con entrega, seriedad y devoción (...) con movimientos refinados pero también a la manera de los viejos de la tribu en un banquete solemne: con aire de fatalidad.


Amistad
-Estaría bien saber si de verdad existe la amistad. No me refiero al placer momentáneo que sienten dos personas que se encuentran por casualidad, a la alegría que les embarga porque en un momento dado de su vida comparten las mismas ideas acerca de ciertas cuestiones, porque comparten sus gustos y aficiones. Eso todavía no es amistad. A veces pienso que la amistad es la relación más intensa de la vida... y que por eso se presenta en tan pocas ocasiones (...) Uno está convencido de que la amistad es un servicio. El amigo no espera ninguna recompensa por sus sentimientos. No espera ningún galardón, no idealiza a la persona que ha escogido como amiga, ya que conoce sus defectos y la acepta así, con todas sus consecuencias. Esto sería el ideal. Y si un amigo nuestro se equivoca, si resulta que no es amigo de verdad, ¿podemos echarle la culpa por ello, por su carácter, por sus debilidades? ¿Qué valor tiene una amistad si solo amamos en la otra persona sus virtudes, su fidelidad, su firmeza? ¿Qué valor tiene cualquier amor que busca una recompensa?


Hechos e intenciones
-Desde luego existe la verdad de los hechos. Ocurrió esto y lo otro. De tal y cual manera. En tal y cual momento. Esto no es difícil de descubrir. Los hechos hablan por sí solos (...) Sin embargo, a veces los hechos son consecuencias lamentables de otros hechos... Uno no peca por lo que hace sino por la intención con que lo hace. Todo se resume en la intención.


Preguntas y respuestas
Uno siempre responde con su vida a las preguntas más importantes. (...) Al final de todo, uno responde a todas las preguntas con los hechos de su vida. Las preguntas son estas: ¿Quién eres?... ¿Qué has querido de verdad?... ¿Qué has sabido de verdad?... ¿A qué has sido fiel o infiel?... ¿Con qué y con quién te has comportado con valentía o con cobardía?...
Estas son las preguntas. Uno responde como puede, diciendo la verdad o mintiendo, eso no importa. Lo que sí importa es que uno al final responde con su vida entera.



6 comentarios:

  1. Es que Màrai es un escritor exquisito! No he encontrado otro termino con el cual definir mi gusto por su escritura.
    Leì de èl "La mujer justa" y `me gustò mucho. Irè por esta sugerencia tuya antes de que termine el verano.

    Abrazo

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    1. Para el título de este post, no encontré otro término más que "hermoso", aunque cualquier adjetivo suele ser insuficiente para describir lo que sentimos ante una experiencia de lectura muy intensa.
      Yo iré entonces por "La mujer justa", y seguramente será este verano :-)

      Otro abrazo, Magah.

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  2. Lo anoto Betina y lo buscaré. Me encantan las citas que nos has traido y sobre todo la última. que cierto es que uno al final responde con su vida entera.

    Nos veremos en ese reservado que tenemos :) ?

    Un beso!!

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    1. A mí también me gustó mucho esa idea. Más que lo decimos, declaramos o proclamamos, son nuestros actos, nuestra propia vida la que responde esas preguntas.

      Claro que sí, no podemos dejar vacía "la nº 6" (¿no, Sinhué?)

      Besos!

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  3. ¡Qué novela inolvidable y a la vez escurridiza e inasible!
    Leí esta novela pensando que podíamos hacer una monografía con una alumna, pero al final desistí porque, a mi humilde entender, es uno de esos libros en los que es necesario tener la experiencia que dan los muchos años para entender ciertas cosas, por ejemplo la espera.
    Una nouvelle perfecta, con el infaltable secreto que el autor nunca revela para llenarnos de dudas y de nostalgia.
    Las citas que marcaste son un destilado exquisito. Me gusta mucho la que habla de la amistad, esa amistad que nos elige con todo lo bueno y malo que tenemos. Sino... "¿Qué valor tiene una amistad si solo amamos en la otra persona sus virtudes, su fidelidad, su firmeza?"
    Un gran abrazo y que sigan las buenas lecturas.

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    1. Hace mucho que le tenía ganas a esta novela, y superó mis expectativas. No solo por las ideas que expone sino por la minuciosa y compleja construcción de personajes, las maravillosas descripciones, los climas... La escena de la cacería es extraordinaria, se lee conteniendo el aliento...
      Estoy de acuerdo en que, para apreciar ciertas obras, se necesita haber vivido lo suficiente. Si no, se pierde la comprensión de aspectos fundamentales, como la noción de la espera que señalás en tu comentario.

      Me alegra que te guste mi selección de citas, pronto vendrán más...

      Otro abrazo grande para vos, Eleonora.

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