Imagen: "Barco sonámbulo", Pavel Bergr

17 de junio de 2013

El regreso de Marie Diotret

A pedido de Sinhue, va un nuevo fragmento de la novela que más disfruté en los últimos tiempos.

Aitana Sánchez-Gijón como la camarera, en la película de Bigas Luna

"Horty no se dejaba deslumbrar fácilmente. Su último sentimiento de admiración se remontaba al día de su matrimonio con Zoé. Nevaba desde la víspera. La nieve se mantuvo ahí, cosa que nunca sucedió después porque, en las regiones marítimas, el rocío salado la desgasta a medida que cae al suelo. Todo eso era tan inesperado que hasta los niños evitaban jugar con la nieve para poder conservarla virgen y admirarla por más tiempo. Viéndola tapizar la Ville- Basse, Horty pensó que contemplaba el blanco absoluto. Después, Zoé y sus padres, sus amigos, su cortejo, aparecieron al final de la calle, camino de la iglesia de Saint- André. Entonces Horty debió reconocer de buena gana que el vestido de Zoé era aún más perfectamente blanco que la nieve. Quedó como sacudido por un sentimiento de estupor."


"La mayoría de la gente que veía su foto encontraba a Marie fresca y encantadora-linda, decían lo más a menudo, con ese tono de voz a la vez divertido y tierno que se emplea para hablar de un pequeño ser, planta o animal recién nacido. Para Horty, Marie representaba mucho más que una muchacha bonita, era la forma de vida más perfecta a la que jamás pudo él acercarse. Y esa era la razón por la que nunca había dejado de amar a Zoé; ella, con sus defectos cada vez más profundos pero también más conmovedores, era una mujer hecha a la medida de lo que él concebía razonablemente en materia de belleza. (...)
Extendió las manos hacia el espejo, como para retener el reflejo de Marie. Porque ahora que lo pensaba, Marie no era sino un reflejo. Si se diera vuelta, tal vez desaparecería."


"Hasta entonces, cada presentación le enseñaba alguna cosa nueva sobre Marie, pues cada noche precisaba más la hermosa lentitud de sus ademanes, la apacible tibieza que había sentido salir de ella cuando corrió la manta sobre su cuerpo adormecido (...); luego, el exquisito perfume que había regado sobre la pechera de su delantal y detrás de las orejas, a la mañana siguiente, antes de presentarse a bordo del Titanic, y esa manía encantadora que tenía de sacar la punta de la lengua entre sus labios antes de decir cualquier cosa, aún para decir simplemente sí o no; su manera de escuchar inclinando un poco la cabeza hacia un lado, su estallido de risa infantil (...) También detallaba lo que solo había existido en su imaginación, aquello con lo cual se emocionaba él mismo emocionando a los demás: la liviandad de las dos enaguas de Marie, tan imprevisible después de la sequedad de su uniforme almidonado, la escuadra de sus piernas desnudas, la dulzura húmeda del interior de sus muslos, los espasmos de su vientre amplio y plano, sus uñas horadando la sábana arrugada (...),  el poquito de sudor que bajaba por su espalda arqueada, la carne de gallina en sus hombros, el olor musgoso que había invadido la alcoba de Spithead y, finalmente, su sueño hasta la mañana.
Pero, ¿qué emoción podía esperar Horty de esa gran foto iluminada, con olor a cola y a madera caliente, rígida cerca de él, mientras Marie viva lo esperaba en su camerino? ¿De qué valía la imaginación de Horty contra la realidad de Marie? Hacía poco, cuando pasó a su lado, ella había respirado como los gatos cuando están irritados; él se había apresurado a respirar ese poco de aliento que arrojaba y había comprendido bien que existen cosas imposibles de narrar."


Para leer entradas anteriores sobre La mucama del Titanic, clic aquí.



6 comentarios:

  1. Interesante. Voy a investigar, porque de verdad, no tenía ni idea. Un abrazo.

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    1. Yo tampoco tenía idea, hasta que me encontré con este libro por azar (lo cuento en la primera de las entradas referidas a La mucama...).
      Abrazo.

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  2. Delicado estilo, me gusta cómo escribe (como para Darío, también para mí es un descubrimiento). Saludos, Betina.

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    1. Para mí también fue un descubrimiento, muy feliz. Si quiere saber cómo fue, puede hacer clic al final del post.
      Saludos, Rob.

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  3. Un regreso deslumbrante… Cautiva la ambigüedad entre el reflejo y lo verdadero. Yo creo que es bastante razonable la existencia de ciertas cosas imposibles de narrar. Y además… ¿por qué no disfrutar de un buen momento mientras tratamos de dilucidar las diferencias, no?

    Se agradece mucho la celeridad en responder a mis inquietudes, eh? Tanto... que aquí te dejo un regalo que va “de gatos y lunas..." y que seguro te va a gustar:

    http://www.youtube.com/watch?v=q2z4JrZE920&list=PLA3E9955E1F4AFE8A

    Hasta pronto, Betina!

    Gracias!!

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    1. Me alegra que haya estado a la altura de tus expectativas! :)
      Con respecto al conflicto entre "la imaginación de Horty" y "la realidad de Marie", tiene que ver con un suceso clave de la novela que no sé si contar, por si alguien decide leerla...

      De nada, fue un gusto... y me diste la excusa ideal para volver a hojear y compartir esta novela que disfruté tanto.
      Gracias por tu regalo, muy lindo!... La voz que narraba me recordó los recitados de Vinicus de Moraes, qué placer... Además la historia de amor imposible (aunque en este caso, con final feliz), me hizo pensar en la de "El Gato Manchado y la Golondrina Sinhá", una encantadora novelita de Jorge Amado de la cual cité un fragmento en este post:
      http://lunavalencia.blogspot.com.ar/2012/10/un-amor-de-primavera.html )

      Hasta pronto, caballero!

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