Un pez abre una boca
muy grande
se infla
agita las escamas
como velas de un barco
parece que está a punto
de decir algo
pero no
solamente se eleva
y empieza a nadar en el aire
describe círculos
como si fuera una piedra
arrojada contra el sol
arrastra consigo
semillas viejas
las envuelve
en un aire
de terciopelo apolillado
El pez asciende
tritura las estrellas
se pone la noche en
el estómago
planea sobre el mar
Nunca se entrenó
para esto
pero estaba tan cansado
de lamer algas
de rozar el único perfil
de sus hermanos
de poseer mujeres
frías como monedas
que de pronto pensó:
“el punto de partida no existe”
Entonces
abrió una boca
muy grande
como para decir algo
pero no
solamente se elevó
hasta rozar
todos
los confines de la tierra
todos
los confines de la tierra
sin embargo
más allá
más allá
más allá
estaba el vidrio
Entonces se infló aún más
agitó las escamas como
banderas de guerra
y se impulsó pensando:
“el punto de partida es un espejo”
Ayyy Bet!!! es muy hermoso lo que escribiste y me imprimiste una imagen que difícilmente olvide...
ResponderEliminar"Entonces abrió una boca
muy grande
como para decir algo
pero no"
Besos!!!
Gracias, Axis!
EliminarBueno...a veces quizás deberíamos hacer como este pez y aprender a callar a tiempo (y a hacer a tiempo).
Beso grande (qué fresquete!)
Hermoso poema, lleno de imágenes. Qué bella esta por ejemplo:
ResponderEliminarEl pez asciende
tritura las estrellas
se pone la noche en
el estómago
planea sobre el mar
Me encantó. Un abrazo
Muchas gracias, Vera. Viniendo de una poeta tan sensible y exquisita como vos, es un inmenso elogio.
EliminarUn abrazo y bienvenida a la Luna.
Se me aparece este Gran Pez abismándose en la noche, una imagen esplendorosa tejida con palabras que recuperan brillo de estrellas. Un abrazo.
ResponderEliminarEs un pez esquivo y no todos pueden verlo "abismándose en la noche".
EliminarGracias, Darío, otro abrazo.