Imagen: "Barco sonámbulo", Pavel Bergr

5 de abril de 2012

Año Nuevo


Gyula Kosice, "Persistencia de la gota de agua móvil 1"


Pienso en el tiempo, y en cómo nos va volviendo grandes mientras transforma en  niños a quienes alguna vez fueron nuestros mayores.

Pienso en cómo el tiempo va erosionando delicadamente los bordes ásperos de los recuerdos, y aquello que alguna vez fue piedra, cuchillo, muro, abismo, se vuelve arena fina que corre entre las manos, mercurio líquido, puertas, bahía.

Pienso que el tiempo va dejando sus marcas en nuestro cuerpo mientras diluye ciertos estigmas de nuestras almas.

Pienso en que al tiempo no le importa mucho el tiempo.
Por eso, cuando después de soplar las velitas él me abraza y me dice bajito "te quiero, hija", y yo le digo bajito "te quiero, pa", el tiempo se vuelve elástico, espiral, calesita, y yo  agradezco escuchar y decir lo que pocas veces nos hemos animado a pronunciar.

Por eso puedo tomar la mano de ella, ayudarla a levantarse de la silla y repetirle una y cien veces que sí, que esta es mi casa, que hoy es mi cumpleaños, que yo también la quiero. Y esa frase- que nos dijimos durante años hasta el hartazgo, hasta la náusea, hasta la enfermedad- eso que durante mucho tiempo no pude volver a decir, hoy sale de mi boca con naturalidad y sin estridencias, con el  mismo tono con que una madre le daría las buenas noches a su hijo.

Pienso entonces que el tiempo, con el que vivimos peleándonos para ganar una batalla que sabemos perdida de antemano, también nos regala algunas victorias. Es cuestión de estar atento, y de no perderse la ocasión de celebrarlo.



21 comentarios:

  1. Qué tema, Betina, qué tema. La vida no nos prepara ni nos pregunta si queremos, parece incluso que nos desafiara a ver cuánto podemos resistir. Cuando empezamos a notar la huida del alma ésa que amamos, aunque el cuerpo esté, entonces se vuelve difícil, muy difícil mantener la calma. Estamos obligados a aceptar para no desesperar. (Y a aferrarnos a esas breves ocasiones de celebración que Ud. nombra).

    Abrazo, Betina.

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    1. Sí, es extraño y difícil de aceptar. Lo importante es saber que, más allá de las palabras, hay señales no verbales que no saben de olvidos ni ausencias, y que siempre van a ser un puente para contactar con esa alma "en fuga".
      Otro abrazo para usted, Rob

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  2. Hola Betina, tanto tiempo.

    Me emocionò tu escrito, dado que estoy viviendo lo mismo y al leerte puedo reconocerme en la misma situaciòn.

    Papà està enfermo, muy!!! con un pronòstico poco alentador y comiendo por bomba de alimentaciòn, tambièn le digo te quiero y me siento a su lado, en una silla y le tomo la mano y no espero una respuesta, no espero una devoluciòn de escuchar lo mismo, me alcanza que pueda percibirlo y si puede comprenderlo mejor todavìa.

    Ayer me dedico una sonrisa, breve, muy difusa, con eso fuì màs que feliz, no quiero perderme nada de estos momentos y cada instante lo atesoro como su fuera la màs cara de la joyas.

    Hay un espacio en nuestras vidas que nos convertimos en madre de nuestros padres, a mi me tocò el momento de ser mamà y acà estoy tratando que mi hijo tenga todo lo que necesita para irse en paz y sobre todo sabiendo que tiene una hija que lo ha querido y lo amarà siempre, incondicionalmente, como es el verdadero amor.

    Un abrazo y si fue tu cumpleaños dos, con tiròn de orejas incluido.

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    1. Hola VeR!
      Lo que le respondí a Rob vale también para tu relato: el amor siempre se las rebusca para llegar adonde tiene que llegar. La certeza de que alguien nos ama -y de que nos amará siempre- es una bendición: seguro, algo bueno habremos hecho para merecerlo.

      Gracias por los dos abrazos (el tirón lo repartí entre las dos orejas, así duele menos... ;0)

      Un beso

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  3. Es la primera vez que paso por acá y me gustó mucho el blog y tu forma de escribir.
    De este último texto, me llevo eso de que al tiempo no le importa mucho el tiempo. Pienso igual. No hay batalla. Pelearle al tiempo es malgastarlo.
    Un abrazo,

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    1. Al tiempo no le importa mucho el tiempo, pero a mí-que soy una simple mortal- a veces me importa bastante... Igual, como lleva las de ganar, más vale estar en buenos términos con él :)

      Me alegra que te haya gustado la Luna, un abrazo y bienvenido.

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  4. Betina: me dejó muy triste su relato...., no pude contestarle el primer dia..., por no saber que decirle...., pero ya ve que todos estamos bajo la misma ley..., la Sra. Ver me dijo cosas que me consolaron un poco cuando murió mi madre, aunque yo creo que nadie se consuela... Si supiera mas de uste acaso le diria algo mas adecuado....,estos son dias malos para mi y con su tristeza son peores.

    Besos de su amigo.

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  5. Querido coco, lamento haberlo entristecido... tal vez no fui del todo clara: más que de aquello que se pierde, intenté hablar de aquello que se gana con el paso del tiempo. Cuando uno es más joven (y los padres, por ende, también) los conflictos son más fuertes, las diferencias más intensas, lo que enoja, duele o distancia suele predominar sobre otros sentimientos. Pero a medida que el tiempo transcurre, hay otras cosas que pasan a un primer plano: la necesidad de perdonar, de acercarse, de hacerse fuerte para acompañar a los que se van volviendo débiles. Entonces, el vínculo se vuelve menos ríspido y más amoroso.
    Eso quise rescatar.

    Le pido disculpas nuevamente por haberlo puesto mustio justo a usté, que me depara tantos momentos divertidos con su genio sin igual.

    Y, de corazón, le deseo que tenga muy buenos días.

    Un abrazo

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  6. Para mí, el tiempo son los otros.
    No sé marcarlo ni definirlo de otra manera. Y 'los otros' de VeR, Cocorastuti, suyos y míos, están indicándonos casi un mismo tiempo.
    Aprovecho para dejarle un tardío saludo de Pascuas que deseo haya pasado felizmente con sus otros otros.
    ¡Beso grande y buena semana!

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    1. Y guarda que, según Jean Paul, también son el infierno...

      Gracias por el saludo, igualmente! Pasé una linda Pascua post festejo cumpleañero del sábado con mis otros (que no son ningún infierno sino todo lo contrario).

      Un gran beso para usted!

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  7. Estos son dias malos para mí, Bet., pero son buenos gracias a personas como usté: no me haga caso: pero no me avisó de su cumple, si entiendo bien. Uste que se acordó tan bien del mío. No me conteste. Entendí bien lo que dijo, ahora entendí..., pero soy yo que estoy tonto, pero no crea que soy un viejo caduco y sesquicentenario, por favor...!!!
    Aunque desearía serlo.
    Pasamos unas grandes Pascuas, rodeados de conejos de chocolate.
    Acá---20:23--- comenzó a soplar el viento, se viene una gran tormenta.
    No lo cuente, pero voy a salir al patio para que una piadosa ráfaga me lleve entre las nubes rojizas que oscurecen o aclaran la noche.

    Besos.

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    1. Necesito saber: ¿qué tamaño tenían los conejos pascuales y por qué los rodeban?... ¿dónde es "acá"?... ¿en qué región se avecina esa apocalíptica tormenta?...

      Está bien: no digo nada. Pero si mañana salgo a mi balcón y me encuentro un ser dientudo y panzón, de gorrito celeste y ojos estrábicos, enganchado en mi ficus o mi jazmín del cielo, ¿qué hago?...

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    2. ¡Que graciosa es usté...! ¡Haría reír a quien estuviera llorando...! La tormenta fracasó y ya vestido de barrilete no pude remontar...: por eso no me encontró en su balcón..., pero para el próximo ventarrón...¡Espéreme y prepáreme un café con leche...!

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    3. Perfecto. Ya tomé nota!

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  8. Feliz cumple y pascuas atrasadas.
    No tuve la oportunidad de ver a mi viejo envejecer, algo he contado en "Descubriendo". Me cuestiono mucho como a veces trato a mamá, es como todas las mamás, que no conocen de edades, entonces te siguen tratando como cuando eras una pendez, así que por ahí me zarpo y le contesto mal, y al rato ya la mimando. Creo que he hablado de los domingos Campanelli, todos los domingo almorzamos con mamá, quien fue padre y madre desde sus 35 años, algo muy duro y muy fuerte, al quedarse con 4 enanos, de golpe, sola.
    A veces nos reimos con sus nietas por sus reacciones infantiles, se pone celosa, es tana cabeza dura y a veces quiere hacer cosas que ya no puede, o que no conviene que haga, pero insiste, entonces le damos el gusto a medias, siempre nos arreglamos para hacerlo.
    Agradezco que está más lúcida que yo (je), que sigue siendo esa madraza que fue siempre, y que, creo, tiene mejor salud que yo, la crianza en el campo creo fue muy importante.
    Aps! Escribí mucho! Sorry!! Un beso, Betina, y espero hayas pasado días de paz :)

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    1. Gracias por los saludos, Caia.
      Algo de tu historia conocí en Descubriendo recuerdos, tu blog, y lamento que hayas perdido a tu papá tan temprano; pero por lo visto tenés una madre que, aunque es una sola, vale por dos :)
      No es fácil el vínculo con los padres; uno todavía se sigue enojando e irritando por muchas cosas, solo que ahora-al menos es lo que me pasa a mí- esos sentimientos se diluyen más rápido y lo que termina prevaleciendo es las ganas de estar lo mejor posible con ellos. Tal vez porque tenemos más conciencia del paso del tiempo, y es mejor aprovecharlo dando y recibiendo lo mejor de cada uno, hasta donde se puede.

      No te preocupes por la extensión, como verás yo también soy charleta ;0)

      Beso grande

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  9. Querida amiga ¡no tengo excusas por no haberla saludado el día de su cumpleaños!
    Yo, que vivo un tiempo sin tiempo, creí que hablaba de su cumpleaños 'ex tempore'.
    Ya que Coco y yo faltamos a la fiesta ¿no nos habrá guardado una bolsita y un pedazo de torta?

    Le mando un beso enorme, y como los buenos deseos no tienen fecha de vencimiento, aprovecho para decirle... ¡¡ FELIZ CUMPLEAÑOS !!

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    1. ¿Cómo que no tiene excusas? Tiene la mejor: ¿acaso no vive usted ex tempore, estimadísima? ... :)

      Por supuesto que les guardé sus bolsitas. La suya contiene: una hoja otoñal, una margarita, dos caireles y una taza de té de porcelana de juguete. La torta, debo decir, terminamos devorándola con O. en los días subsiguientes y, lamentablemente, no quedó ni una nuez...

      Gracias por el saludo y los buenos deseos, condesa, beso grande!

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  10. Betina, con tu permiso.

    Esto es para Coco:

    Coco, te agradezco que recordaste esa situaciòn, yo la habìa olvidado, porque cuando uno hace esas cosas no son pensadas.
    Mirà, ayer visitando a papà conocì a Salomòn, màs de 80 años, con un càncer de pròstata, lleva siempre dibujada una sonrisa a pesar de sus dolores, me entero que su ùnica hija no lo visita jamàs, solo va deposita una importante suma de dinero que es lo que cuesta el lugar, como si eso fuera suficiente.
    Me acerquè a Salomòn, que me contaron que nadie lo visitaba y le faltaban elementos de tocador y nadie se los otorgaba, digo las personas responsables de eso, papà tenia 3 desodorantes, fuì y le regalè uno, le dije que si queria yo podìa ser su hija o su nieta o lo que èl quisiera, adoptiva.
    Salomòn sonriò, se quedò agarrado de mis manos, agradecido, alguna lagrimita soltò, pero fue feliz por un rato y yo cada vez que visite a papà algo para Salomòn tambièn llevarè, una golosina, una cajita de pañuelos, lo que el necesite.

    Todos si tenemos en nuestro corazòn amor para dar, podemos alegrarle la vida a los demàs.
    ambos fuimos felices, uno recibiendo, aunque sea de una desconocida y yo por ver la alegrìa en el rostro de alguien que lo necesita.

    Va la segunda Coco, te mando un abrazo fuerte y pensà en ese hombre enfermo que igual a pesar de su mal, sonrie, y si necesitas amor, afecto, buscalo y pedilo,siempre alguien estarà dispuesto a darlo y vos dejalo entrar.

    No dejes de hacerlo, uno tiene que aprender a pedir, no està nada mal.

    Cuando quieras y necesites acà hay dos orejas dispuestas y un corazòn que no tiene ocupada el 100 % de las reservas, todavìa quedan plazas disponibles.

    Besos a todos y que tengan buenos dìas.

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  11. Bet: le contestaré a Ver en su blog, ya que lo abrió de nuevo...gracias.

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  12. Impresionante este texto, Betina, bello y delicado. Me gusta mucho como escribís, las imágenes que usás para expresar eso que es inasible o intranferible.
    También es hermoso el diálogo que se armó, lo que claramente confirma que la relación con los padres es fundacional.
    Mi mamá murió a los 49 años, de un aneurisma. Tenía tres hijas, la más chica de 2 años, sabés esa historia. En ese sentido, cada año que cumplo es una revancha, tiempo ganado por la vida tan corta de mi vieja. Claro que no estuvo en más de la segunda mitad de mi vida, la más rica, no conoció a sus nietos ni vivió compartió tantas, tantas cosas. Durante mucho tiempo estuve enojada con ella, sobretodo cuando fui madre y reviví gestos suyos, en su maternidad conmigo. Sus miedos me dieron coraje, su egoísmo me obligó a ser un poco más generosa, su depresión me impuso las ganas de ser alegre. Hoy, si la puse en la foto, es porque estoy volviendo a sentir la fuerza poderosa de su amor.
    Mi papá... bueno, ya encontraré el momento de hablar de él... Y creo que el blog no va a alcanzar, podría ser el protagonista de una novela. Mi viejo vivió la vida como quiso o como pudo. Con él todo estuvo saldado en vida.
    Compruebo en estos años, que los que vivimos el terremoto de la muerte temprana de nuestros padres, a esta altura ya nos rehicimos desde los escombros, y que los que están transitando la ancianidad de sus padres experiementan otro tipo de vivencias, mucha paciencia, amor, devolución.
    Tu experiencia es muy hermosa.
    Un abrazo grande.

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